Lágrimas atravesadas en la garganta, dedos enguantados que me asfixian
El desahogo tan postergado que ya no ofrece consuelo, la sonrisa, siempre una sonrisa
La alegría fingida para invocar a la verdadera, a veces funciona
Ahíta de harturas, de angustia, de pasos rápidos con la boca seca, del disimulo
Si hubiera algún dios al que pedirle cuentas, si existiera el libre albedrío
Me queda la quietud de la noche interrumpida, los sueños si consigo dormir
Palabras bordes, ironía y sarcasmo como bálsamo para mi angustia
Y siempre, mi sonrisa
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3 comentarios:
Pues con un poco de quietud,un poco de sueños,algo de ironía y alguna sonrisa,a buen seguro no se va a hartar, pero tampoco se quedará con hambre.
Besinos
Como suelo decir yo siempre,destrozando el refranero español,sonrie que algo queda...
No pudo ser, Tordon, la quietud (y el sueño) tardó en llegar anoche, gracias a la alegría de ciertos aficcionados futboleros, con muchas ganas de compartir...
Solitaria, el refrán mejora muchísimo así.
Un beso a ambos,
A.
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