jueves, 29 de abril de 2010

Rabia

Lágrimas atravesadas en la garganta, dedos enguantados que me asfixian

El desahogo tan postergado que ya no ofrece consuelo, la sonrisa, siempre una sonrisa


La alegría fingida para invocar a la verdadera, a veces funciona


Ahíta de harturas, de angustia, de pasos rápidos con la boca seca, del disimulo



Si hubiera algún dios al que pedirle cuentas, si existiera el libre albedrío



Me queda la quietud de la noche interrumpida, los sueños si consigo dormir

Palabras bordes, ironía y sarcasmo como bálsamo para mi angustia

Y siempre, mi sonrisa

3 comentarios:

Tordon dijo...

Pues con un poco de quietud,un poco de sueños,algo de ironía y alguna sonrisa,a buen seguro no se va a hartar, pero tampoco se quedará con hambre.

Besinos

solitaria de la mancha dijo...

Como suelo decir yo siempre,destrozando el refranero español,sonrie que algo queda...

Alicia dijo...

No pudo ser, Tordon, la quietud (y el sueño) tardó en llegar anoche, gracias a la alegría de ciertos aficcionados futboleros, con muchas ganas de compartir...

Solitaria, el refrán mejora muchísimo así.

Un beso a ambos,

A.