sábado, 9 de mayo de 2009

Blogosfera V

Poesía sin red

Lunes 6 de abril de 2009


Dioses

Venid a mi lado esta noche
la nave va a partir
y no me han entregado mapas.


Os necesito conmigo esta noche
en el mar de aguas negras
que reniega de faros.

Convertidme en Odiseo esta noche
para que las sirenas no logren
entorpecer mi camino.

Para llegar con el alba
a mi puerto, tu cuerpo,
mi amada.
Sólo esta noche.

Publicado por DiEgo en 22.40 66 comentarios


Miércoles 8 de abril de 2009


Máscaras

Yelmo, coraza, peto
el hierro que cubre mi cara.
Capa negra, camisa que roza el pecho
máscara de plumas.
Ya me he despojado de todo.
Mírame, ahora sí estoy desnudo.
No tengo piel ni músculos ni arterias.
Sólo soy un poema.

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Lunes 13 de abril de 2009


Sin título

DiEgo ha muerto ---- DiEgo ha muerto ---- DiEgo ha muerto


Publicado por AlterdiEgo en 10.44 102 comentarios


Lunes 4 de mayo de 2009

Revelación

DiEgo nunca murió, porque jamás ha existido. Es un personaje, una máscara, es sólo un deseo que se desvanece en el aire. Es un poema.
Yo, el escribiente, no soy DiEgo. Cierto que los textos que él se arroga salen de mi pluma, pero ahí empieza y termina nuestra relación. El resto se debe exclusivamente a vuestra imaginación, lectores y comentaristas.
Los sentidos comentarios de pésame ante la muerte del personaje me llevan a escribir estas líneas. Es imposible no conmoverse ante esas manifestaciones de duelo, más que ante los halagos que mi poesía suscitaba. Gracias por todo.

Publicado por DiEgo en 0:26

1 comentarios

Serena dijo...
Asesino! Tú has matado a DiEgo!

4 de mayo de 2009 0:29

14 comentarios:

Tordon dijo...

Las palabras sorpresivas de sus experimentos semipúblicos nos dejan semiprivados de argumentos racionales.
Debería acompañarlas de numerosas, semidesnatadas y surrealistas "N.d.A."(notas del autor).
"Dioses", "máscaras" y "revelaciones" se erigen como tres poderosas patas que al convertirse en taburete, -pardójicamente-, pierden el equilibrio.

Aunque no sé si en eso radica su virtud.
Me gustaría escuchar la voz de un experto:

¡Viktor, vuelve!

Alicia dijo...

No se gaste, amigo Tordon. Viktor volverá cuando le apetezca, si es que le apetece.
Le daré dos pistas: los poemas son personajes secundarios de la trama y crear un blog dentro de un blog escapa a mis posibilidades (que alguien me explique, de paso, por qué la vista previa nunca se corresponde con la entrada).
Besos,
Alicia

ana dijo...

Eso viene al caso, la "vista previa" de las personas o personajes que pululan, que navegan por este octavo mar, tampoco se corresponden con la realidad.
Este es un mundo de ficción, de ciencia-ficción, de personajes inventados que en muchos casos se asemejan bastante al autor pero no siempre como sabemos. Ahí radica el misterio, el enigma, la sorpresa...esas cosas que tanto nos gustan. Qué más da que no sea real? es un juego, peligroso a veces pero un juego.
A partir de ahí, lo que queramos.

Lo del nombre DiEgo, es genial,
un Ego que dice mucho! jejeje
a la vez ese nombre significa "el que enseña", y en nuestra mano está poder aprender de todos un poco, incluso de estos fantasmas del mar de las decepciones.
Un beso Alicia,
ana

Alicia dijo...

Claro, Ana, personajes, máscaras y hasta hombrecillos verdes ;-) aunque la parte de ciencia esté más descuidada que la de ficción en este loco mundillo.
Besos

Velda Rae dijo...

Alicia, pero la idea es original, ese blog dentro de un blog, no digas que escapa a tus posibilidades.

Lo de la vista previa, como tantas otras cosas en esto de blogger, eso sí que es un misterio que escapa a nuestra comprensión.

Tordon, veo que también ha sido Ud subyugado por el especial encanto de Viktor. Si no fuera ya masoquista me haría sólo por él.

Alicia dijo...

Lo que escapa a mis posibilidades es el "tratamiento gráfico", por llamarlo de alguna manera. Sólo era una pista para Tordon, para que entendiera la historia que cuenta la entrada y no se hiciera pajas mentales con los poemas del petulante DiEgo. Me está creando cierto complejo de críptica ;-)

Y ojalá algún informático se apiadara de los que no hemos tenido su privilegiada formación y pusiera las cosas más fáciles en blogger. Por pedir, que no quede.

De Viktor y los conjuros que utiliza para subyugar a blogueros variados, que hable él, si ése es su deseo. Yo no lo plantearía como "masoquismo", anyway.

Besos

Viktor dijo...

La verdad, me parece completamente impropio, y hasta una falta de respeto a la autora del blog, que se mencione de modo tan insistente e inmotivado a un comentarista ocasional, pidiendo no se sabe qué vuelta triunfal del mismo en el papel de Juez Supremo o Exégeta Insuperable, o expresando deseos de hacerse (aún más, según parece) "masoquista" por causa del "encanto subyugador" de tal personaje cibernético.

Como responsable de tal personaje y autor de tales comentarios ocasionales, declaro formalmente, para que nadie pueda llamarse a engaño, que el mencionado es el peor método para estimularme y resulta contraproducente de todo punto. No deseo protagonismo alguno (más allá del que inevitablemente acabo adquiriendo), y, desde luego, tendría métodos más que de sobra para conseguirlo si lo desease: téngase en cuenta que ni siquiera publicito mis blogs. No me prodigo más por aquí porque a duras penas encuentro ocasión para ello, tanto por mis propias circunstancias personales como por el hecho de que los posts no despiertan mi interés.

Así pues, rogaría, cordial y humildemente, que no se me mencionara si no es por algún motivo concreto y que los comentaristas se limitasen a enunciar sus opiniones sobre lo expresado por la autora. Me parece que es lo correcto.

Saludos para todos.

Alicia dijo...

Viktor, tú mismo. Conoces mi postura al respecto de comentarios. Entiendo tu incomodidad y tu petición; no voy a pedirte que te relajes ;-) aunque sí que te plantees si no sería más conveniente tomarse esto más a la ligera.
Que si aceptamos que este mundo virtual es sólo un no tan triste sucedáneo del real, en el sentido de descafeinado o menos intenso, que los besos y abrazos no nos rozan, que también sea así para lo que quizás no resulte tan agradable.
Besos

Tordon dijo...

Con la venia de la señorita Alicia, y por alusiones:

Sr. Víktor:

Nunca pensé que la invocación a un “supuesto experto” constituyera una flagrante vulneración del protocolo bloguero, ni mucho menos que constituyera una falta de respeto hacia la autora de un blog.
Pero la gran ventaja de transitar por estas rutas virtuales es que cada día se aprenden cosas nuevas, en especial de los errores propios y de los arquetipos psicológicos ajenos.
Así pues, le ruego encarecidamente que acepte mis disculpas si en algún momento mis palabras han ofendido su dignidad o su particular concepto de cómo deben desarrollarse las relaciones entre los distintos comentaristas (públicos, no privados) de un espacio virtual.
Le garantizo que jamás su nombre volverá a ser incluido en ninguna de mis reflexiones. Esto evitará innecesarios malentendidos y contribuirá a crear un ambiente exento de crispación, un entorno gratificante y necesario para desarrollar sin contratiempos esta-bajo mi punto de vista- relajante actividad lúdica.

Reiterándole mis disculpas, reciba un cordial saludo.

Alicia dijo...

¿Amén?

Velda Rae dijo...

Llego tarde a la polémica, pero sólo apuntar una cosa. En el ciberespacio es imposible captar los tonos, pero desde luego era más que obvio que los nuestros eran de coña. Es una pena que el sentido del humor sea tan escaso en la blogosfera como en el bar de la esquina.

Viktor dijo...

Bueno, si uno va "de coña" siempre es posible que la persona a la que "la coña" va dirigida no disfrute especialmente con tal "coña".

Si uno dice constatar (airada y/o melancólicamente) la escasez del sentido del humor, siempre cabe la posibilidad de que tal constatación sea la versión autocomplaciente de otra: la incapacidad para producir "coñas" que resulten agradables, graciosas o pertinentes. Normalmente, lo que procede sanamente es preguntarse en primer lugar por el impulso que a uno le lleva a la "coña", el modo en que expresa tal "coña" y el grado de humor que él, como productor de "coñas" alcanza. Porque, normalmente, la razón de que una "coña" no funcione es, como mínimo, algo compartido entre emisor y receptor. Quizás precisamente porque la cosa iba de "coña" (por no hablar de la insistencia: si uno necesita repetir la "coña" es que no ha funcionado) es por lo que las intervenciones podría resultar prescindibles. Las "coñas" es lo que tienen: pueden derivar en "coñazo".

No obstante, como no tengo problema en asumir el papel de bicho raro, sieso, funesto intérprete de "coñas" o "arquetipo psicológico" (ése sí que ha molado), me flagelaré hasta la puesta del sol por no haber tenido el fino sentido del humor que caracteriza a los concurrentes y haber así estropeado una conversación tan brillante. Me queda el consuelo de que, dado el nivel de los contertulios, tales conversaciones brillantes volverán a cundir en el futuro inmediato, y no será ni siquiera preciso que se hagan "coñas" con alguien tan triste y aburrido como el tal Viktor, al que los demonios del tedio confundan y cuya presencia, activa o pasiva, no será requerida nunca más. Ardo en deseos de contemplar esas nuevas ediciones del Festival del Humor.

¿Estás de coña, Viktor? No creo, la verdad.

Saludos.

Alicia dijo...

Es obvio, aunque quizás no esté de más recordarlo, que en este medio sólo contamos con palabras y que toda la parte no verbal que las matiza en las conversaciones "reales" está ausente. Además, el receptor puede (mal)interpretarlas a su gusto, sin tener el feed-back inmediato del mundo no virtual.

No es menos obvio que lo que resulta gracioso para unos no lo es para otros. Chistes que a mí me parecen insuperables no parecen tener ninguna gracia para otros, y supongo que eso nos pasa a todos.

Me siento en cierta medida responsable de estos "intercambios" que se están produciendo y, sinceramente, querría pediros que nos dejáramos de malos rollos, si es posible. No sé vosotros, pero yo tengo los suficientes alrededor mía como para no desear que se produzcan aquí.

Besos a todos.

Viktor dijo...

Alicia, no hay ni puede haber "mal rollo", al menos por mi parte. Simplemente, no se puede tener "mal rollo" con gente a la que ni se conoce siquiera, como uno no puede enamorarse de la gente incorpórea que se encuentra por aquí (ya, ya sé que lo que le pasa a la gente justamente es eso, pero yo enuncio lo que creo que es lógico y práctico, y, desde luego, lo que me pasa a mí), pero creo que sí es necesario puntualizar algunas cosas, justamente para evitar malos entendidos. Los malos entendidos sí son posibles en este medio (y aún más, son comunes), a diferencia de los malos rollos (de nuevo, asumiendo una mínima madurez, formación y sobre todo una sana incredulidad entre los blogueros, que ya sé que son virtudes que no siempre cunden).

Ha habido en esta situación varios malos entendidos, creo, que he intentado hacer ver en mi primer comentario en el que, me parece, me conduje con perfecta educación y elegancia (como considero que hago por lo general, o al menos ésa es la intención). Por ejemplo, quizás ha pasado inadvertido a los comentaristas el hecho de que si se invoca repetidamente a un contertulio que no comparece (por las razones que sea) en el medio que fomenta y patrocina un tercero (en este caso nuestra anfitriona Alicia), y si se hace eso especialmente con un supuesto bloguero que presenta la rara cualidad (vamos, no rara, inverosímil en esta sopa de egos de la blogosfera) de no enlazar sus propios blogs, cabría interpretar por parte de la autora u otros lectores que la razón principal (o una de las razones fundamentales) para las intervenciones aquí de esos blogueros es intentar trabar así contacto de algún modo con el escurridizo visitante ocasional, o al menos leer sus textos así provocados, ya que no se le halla por otro medio. Si eso fuera así podría concluirse que se está haciendo un uso (al menos parcialmente) espurio de este espacio, ya que no se ve la necesidad de, para comentar un post de la autora, mencionar a nadie más, ni de forzar la presencia de éste cuando lleva sin aparecer bastantes días y cuando ha ignorado varias veces las "llamadas".

La "falta de respeto" a la que me refería en el comentario es ésa, y por supuesto, aquí como allá, se formula en condicional: no se prejuzga la intención de los comentaristas, se interpreta de un modo lícito aunque no necesariamente acertado, su comentario.

En mi primera respuesta también indicaba que, si se deseaba realmente contar con mi participación en el debate, la táctica empleada era la equivocada. Era una afirmación sencilla y bajo ningún concepto ofensiva. Ahora bien, si lo que se perseguía con la mención del nombre de mi personaje era otra cosa (eso que, parece ser, constituye la "coña"), aún parecería incluso más justificada una reacción, no sé si airada, pero sí al menos firme por mi parte. La participación en las bromas es siempre opcional, y hay que ser cuidadoso, en el mundo virtual o en el real, cuando se quieren manejar ironías o incluso sarcasmos. No es un problema de falta de entonación, es que la ironía es un material potencialmente explosivo, y por ende hay que ser mesurado e inteligente en su uso.

Por todo ello, considerando posibles ambas motivaciones (el deseo sincero de mi presencia o la "coña", viniera ésta por la que viniera) me limité a pedir ("cordial y humildemente") que se me dejara fuera de debates que no me interesaban, ya que, claramente, si me hubieran interesado, hubiera participado y que, si se trataba de emitir juicios, en serio o en broma, sobre mi persona, se hicieran por otro conducto que no fuera el empleo, desde mi punto de vista abusivo, de la "casa virtual" de una tercera persona a la que no habría por qué obligarla a tales cosas.

Por supuesto, la firmeza de mi réplica trajo las consecuencias esperables. Tonos displicentes, cuando no abiertas acusaciones "ad personem", que iban tan lejos como para invocar a la fantasmal entidad del "sentido del humor". Bien, sentido del humor no me falta, por supuesto, cosa de la que pueden dar fe los que me conocen, es decir justamente no aquellos que sólo me encuentran en esta fantasmagoría de la blogosfera. Dado que yo jamás me permitiría exigirles ningún modo de comportarse a tales espectros, lo primero porque me parece ilusorio interpelar a alguien a quien no conozco ni conoceré en mi vida, y lo segundo porque, además, es absurdo querer imponer los propios puntos de vista en materias de esa índole, pues, la verdad, me parece, de nuevo, impropio, emitir frases del tipo: "Es una pena que el sentido del humor sea tan escaso en la blogosfera como en el bar de la esquina." En efecto, es una pena. Pero, sinceramente, la emisión de tal tautología tiene también su momento y su formato idóneos, y, creo, no ha sido acertado el modo en que aquí se ha empleado ni el tono en que se ha hecho. Es como si yo me permitiera decir "Es una pena que la mediocridad sea tan abundante en la blogosfera como en el bar de la esquina (y, de hecho, sea aún más abundante)" en medio de una conversación en la que tal frase pudiera interpretarse como respuesta a uno de los contertulios y por lo tanto aplicable de un modo u otro a él.

Así pues, de nuevo, malos rollos en absoluto. Antes al contrario, como investigador del medio, me complace notoriamente (cosa que, creo, Alicia, tú no ignoras) verme envuelto en situaciones de este tipo, pues me ofrecen datos muy valiosos para la investigación. Únicamente me sorprende cómo uno (todos, no se me malinterprete, yo también) es capaz de ocultar sus verdaderas motivaciones incluso a sí mismo y se vale de subterfugios variados para intentar alcanzar metas que pueden ser difusas hasta para él. Pero ése es un tema complejo y de gran calado y no es el momento ni el lugar adecuado para abordarlo.

Queden, pues, en la paz de Zeus todos los intervinientes, háganse públicas mis sinceras (lo son, no es abuso del lenguaje ni frase hecha) disculpas por los posibles desmanes cometidos, descanse la anfitriona y no se preocupe por las malas vibraciones introducidas en éste su cubículo y a quien Post se la dé, San Blogger se la bendiga.

Y, ante todo, duerma el sueño de los justas el destemplado Laszlo, tan proclive a las marchas militares entonadas a voz en cuello. En el fondo, para lo que saca de andar por aquí, bien se lo puede ahorrar.

Saludos.