miércoles, 25 de marzo de 2009

Precocidad
Colocó a la primera en una silla, cerca de la mesa. Le faltaba el brazo izquierdo, y rebuscó en el arcón hasta encontrarlo. La vistió con un traje largo, sombrero y guantes. El brazo describía un movimiento muy poco natural, lo ajustó deprisa. El segundo la dio más trabajo, días antes había separado la cabeza del cuerpo; demasiado tarde para arrepentirse. El pañuelito rojo alrededor del cuello disimulaba bastante bien el corte, y lo colocó con cuidado haciendo compañía a la primera. Otra más salió del arcón, todos los miembros en su sitio pero la pie derecho rimaba con la espalda, tuvo que aplicarse en la torsión de la rodilla. Por fin. Sacó la tetera y las tazas de porcelana, una para cada uno. “Ahora disfrutad del té y la compañía, que yo necesito hacer otra cosa”. Y volvió a su Crimen y Castigo. Levantó la vista a tiempo para ver a su madre desaprobando la escena: el segundo había perdido otra vez la cabeza. “No te preocupes, mamá. Sólo son muñecas”.

4 comentarios:

Velda Rae dijo...

Esa imagen de muñecas 'reconstruidas' frente al juego de té tiene algo de siniestro. ¿Será por eso que las muñecas son un elemento habitual en tantos relatos de miedo?

Alicia dijo...

Es que son realmente siniestras ;-)

Velda Rae dijo...

En la película de Pixar/Diney, Toy Story, hay un niño que se dedica a romper muñecos y juguetes y recomponerlos luego, mezclando sus partes, una especie de precoz Doctor Moreau. Por culpa de esas escenas tardé no sé cuánto en dejarles ver esa película a mis hijos. ¡Si hasta a mí me daban miedo!
Por cierto que quería preguntarte sobre el cuento de La Dama y el Tigre que comentabas en mi blog, ya que sólo conozco un relato/acertijo que se llama así. ¿Te refieres a ése?

Alicia dijo...

A mis hijos esa escena les aterra, es realmente fantástica. Al final se vuelven buenos, Disney por supuesto. Realmente, mi "relato" está inspirado en que yo odiaba jugar a las muñecas de pequeña y me obligaban (prefería leer).
De la Dama y el Tigre, yo lo conozco como cuento/acertijo de elección imposible, supongo que hablamos del mismo, el de las dos puertas.